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Escritos Sobre Arte Mexicano |
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Escritos Sobre Arte Mexicano |
El Papel de Rafael Yela Gunther en el Actual Movimiento de Arte
Al actual movimiento de arte que se desarrolla en México, con una fuerza que nadie puede negar, día a día se agregan nuevas personalidades, se suman nuevos valores. Yela Gunther, después de un trabajo largo y documentado, favorecido por un aislamiento eremítico al pie de las pirámides de Teotihuacán, ha concluido su obra, dándonos por tanto la libertad de juzgarla, lo que hacemos en este breve estudio, no desde el punto de vista arqueológico, sino desde el estético, el cual, más allá de las teorías enfadosas y de las consideraciones técnicas, la emoción que se desprende de la misma nos da el mayor contingente de posibilidades para entenderla.
Por ello tomaré, para guiarme en esta corta crítica, el bajorrelieve que tiene por tema "La época moderna" como el que menos puntos de contacto tiene con "lo pintoresco"--inevitable en las reconstrucciones de la época--y por consiguiente el más emocional.
De dos fuentes se ha servido Yela para la consecución de su obra: de la observación directa de los espectáculos naturales y de esos mismos espectáculos observados por los indígenas en los objetos de arte popular.
Mientras unos artistas, que han traído un largo bagaje de conocimientos europeos, han introducido en el movimiento de arte mexicano muchas teorías--las unas fracasadas por inadaptables, las otras en período de evolución por un fenómeno de adaptación muy semejante al mimetismo animal, las cuales han ayudado a crear un arte "que tiene todas las cualidades de un arte de transición", otros artistas han creído orientar la corriente mexicana dentro de un sentimiento que abreve en las fuentes del arte popular y que se aproxima a las manifestaciones artísticas del Oriente. Yela, respetuoso de la civilización indígena prehispánica, se ha esforzado en seguir la ilación tradicional y ha tratado de crear un estilo verdaderamente monumental. ¿Quién está en lo justo?
Yo creo que el trabajo de documentación y asimilación estética al cual nos hemos sometido en la actualidad es muy complejo y abraza un campo muy vasto para limitarlo a cuestiones de personalidades. Contribuciones occidentales, orientales o regionales, tomarán éstas su valor llegado el momento; la tarea es difícil y se realizará con el esfuerzo múltiple de obreros y especialistas técnicos.
¿Qué es actualmente la vida indígena? Si se le compara con los esplendores de la época precortesiana se nos aparece como en decadencia: ni monumental arquitectura, ni religión propia; la vida social restringida a la política de aldea y a la familia; los oficios patriarcales reducidos a la crianza de animales y pequeñas industrias textiles: un contacto muy estrecho con las realidades naturales; la "hermandad" (para emplear la palabra con toda seriedad) con los animales domésticos, útiles a la labor: el asno que evita la fatiga de la carga de las largas jornadas y el perro, fiel amigo. En fin, la sumisión resignada a las fuerzas naturales, el sol, la lluvia, el viento, y a las leyes naturales, la ley del trabajo y de la fatiga, y, por encima de todo, la "serenidad" que da a los humildes la aceptación de las cosas tal y como vienen, y son: con resignación, si son tristes, y con gozo, si son buenas.
Tal es la vida humilde del sujeto animado del bajorrelieve que nos ocupa y que representa "Una familia en ruta hacia el mercado".
La técnica empleada en él es tan simple como el motivo; los planos sabiamente contrastados; los sutiles claro-oscuros se hermanan con la sencillez del tema. Así como el lenguaje heroico no conviene a los cuentos de niños, así la materia plástica debe subordinarse al sujeto tratado. Yela ha empleado la greda como la pudieron haber empleado los mismos indios que él representa en su relieve, dando, con una sencillez bien grande, la sensación de volúmenes y planos y, sobre todo, ese juego de proporciones raras (el hombre, el asno, el árbol, por ejemplo), que es una de las características constantes del arte mexicano.
Este bello bajorrelieve (4 metros de largo por 3.50 de ancho) quedará sin duda como uno de los grandes aciertos de nuestras especulaciones actuales para acercarnos a las fuentes puras del arte y hacernos olvidar nuestros prejuicios y juglerías de civilizados decadentes. Y bien merecería llamarse, por el espíritu que lo anima, "Bucólica Mexicana".
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